Diez trucos para pasar la ola de calor sin gastar electricidad
Útiles y pequeños consejos para que los sofocantes días que vienen no sean tanto. Y de paso, cuidar la energía eléctrica.
¿Qué podemos hacer para superar la ola de calor? Si estás buscando ideas para contrarrestar el calor sin tener que gastar mucha electricidad, aquí van algunos consejos sencillos y prácticos para refrescarte en verano.
1. Crear ventilación cruzada
Hay veces que es imposible, porque no corre ni una gota de aire. Cuando refresca y se mueve algo, hay que intentar generar lo que coloquialmente conocemos como corrientes de aire y que los arquitectos llaman ventilación cruzada. Se genera por la diferencia de presiones, abriendo por completo las ventanas de salida del aire y entornando solo un poco las ventanas de entrada de aire.
Este pequeño truco permite generar corrientes de aire fresco en la medida en que la velocidad de la salida del aire (caliente) es mayor que la de entrada (fresco). Si las ventanas en cuestión están enfrentadas o en diagonal, la corriente de aire será mayor.
2. Cerrar de día y airear de noche
La mejor forma de evitar que entre el calor sofocante durante el día es tener las ventanas y las persianas casi totalmente cerradas, lo que creará un ambiente de semi-penumbra. Se calcula que esto reduce la temperatura interior en más de seis grados, aunque eso depende mucho de la orientación de la vivienda.
Cuando empiece a caer la noche, llega el momento de abrir las ventanas para que el aire fluya. Si hay balcón y terraza, un buen toldo es clave para frenar todo el calor y evitar que se cuele en el interior.
3. Hielo delante del ventilador
Es un sencillo truco que refresca el aire que circula en la habitación, genera humedad y expande el frescor del hielo. Basta con colocar delante, a unos veinte o treinta centímetros del ventilador, un cuenco con un poco de agua y cubitos de hielos e ir renovando el hielo cada cierto tiempo.
4. Ventilador de techo en modo verano
Si compraste o estás pensando en comprarte un ventilador de techo, es una buena y más barata alternativa al aire acondicionado. Es importante que no haga mucho ruido (para no perturbar tu sueño) y que lo programes bien en modo verano: las aspas deben girar en sentido contrario a las agujas del reloj. Por cierto, los ventiladores con aspas un poco arqueadas refrescan más que los de aspas planas.
5. Vaporizador de agua fría siempre a mano
Otro sencillo truco. Basta con tener un pequeño bote vaporizador, llenarlo de agua y tenerlo siempre frío en el freezer. Utilizar de vez en cuando como si fuera un ambientador de spray y pulverizar un poco la habitación para refrescarla. Ideal antes de ir a dormir.
6. Para una cama fresquita…
Lo mejor para refrescar la cama es utilizar las típicas bolsas de agua caliente de invierno, pero llena de agua bien fría. Se pueden introducir en la cama antes de dormir e irla moviendo de un lugar a otro para que vaya refrescando diferentes partes de la cama. Utilizar sábanas de algodón 100% para dormir puede ayudarte a combatir el calor. Hay quien recomienda meter las sábanas y el almohadón unos minutos en el congelador.
7. Mete las muñecas bajo el grifo
Bastan 10 segundos con las muñecas bajo agua bien fría para que la temperatura corporal baje e invada una sensación de frescor que perdurará durante cerca de una hora. Humedecerse la nuca con una toalla húmeda durante unos segundos a lo Chiqui Tapia es otro truco que nos hará sentir más frescos y con menor necesidad del aire acondicionado.
8. Duchas cortas y templadas
Cuando el calor agobia, no queremos salir de la ducha y tendemos a buscar el agua lo más fresca posible. Hasta fría, si uno aguanta. Pero es un error, además de salirnos caro. Con una ducha helada es verdad que nos sentimos frescos, pero esa sensación pasa rápidamente porque al agua fría después produce una activación muscular que eleva nuestra temperatura corporal: conclusión, que al rato de salir de la ducha fría, estemos ya sudando de nuevo. Lo mejor son dudas cortas y templadas.
9. Rodéate de plantas húmedas
Las plantas con tupido follaje, que requieren de riego frecuente, purifican el aire y dan frescura. Con plantas a tu alrededor te sentirás y te notarás más fresco, especialmente después del riego. Puedes pulverizar también de vez en cuando agua en sus hojas.
10. La lavadora y el lavavajillas, mejor de noche
Los electrodomésticos en funcionamiento son una importante fuente de calor. Si intentas limitar el uso de la lavadora y el lavavajillas al atardecer/ anochecer, te ahorrarás de calor adicional. Y es probable que te salga hasta más barato por cuestión de tarifa.
Una buena forma de ahorrar luz y agua es poner la lavadora y el lavavajillas con carga completa, ciclos cortos, con agua fría.
Otra cosa es el horno, su uso genera un gran consumo de energía y produce mucho calor. Si puedes evitarlo en verano, que el cuerpo pide cosas más fresquitas y ligeras, mejor.
Para mantener la casa más fría puedes desconectar los aparatos que no estés utilizando. Otros trucos prácticos son utilizar la campana extractora de la cocina al cocinar y abrir las ventanas del baño después de la ducha para reducir el calor.
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