Las ventas minoristas pyme caen 5,7% en julio y comerciantes alertan por bajos márgenes
Las ventas minoristas de pymes bajaron 2% en julio y 5,7% respecto a junio, según CAME. Comerciantes advierten por consumo estancado y márgenes de ganancia cada vez más ajustados.
Las ventas minoristas de las pequeñas y medianas empresas (pymes) en Argentina sufrieron una caída del 2% interanual durante julio, a precios constantes, y un fuerte retroceso del 5,7% respecto a junio, según informó la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Estos datos reflejan un consumo “amesetado y complicado”, que preocupa tanto a comerciantes como a analistas.
En lo que va del año, el sector acumula un crecimiento interanual del 7,6%, lo que representa una mejora respecto a 2024. Sin embargo, desde febrero se observa una tendencia a la baja que evidencia las dificultades que atraviesa el consumo en el mercado interno.
Del análisis sectorial, sólo tres rubros registraron incrementos interanuales: perfumería (1,8%), farmacia (0,9%) y alimentos y bebidas (0,4%). Por el contrario, cuatro sectores mostraron caídas significativas: bazar, decoración, textiles para el hogar y muebles (-6,7%), textil e indumentaria (-5,1%), calzado y marroquinería (-2,5%) y ferretería, materiales eléctricos y construcción (-1,9%).
El panorama para los comerciantes es cada vez más complejo. El 57,9% informó que la situación económica de su negocio se mantiene igual que el año pasado, pero un 30% reconoció un empeoramiento, porcentaje que aumentó 2,5 puntos respecto a junio. Pese a ello, cerca del 49,2% confía en una mejora para el próximo año, aunque crece también el pesimismo con un 10,1% que anticipa un empeoramiento.
La presión sobre los comercios es palpable. El endeudamiento de los hogares, las restricciones para acceder al crédito y el aumento constante de costos operativos están limitando la capacidad de compra. Para enfrentar esta realidad, muchos locales han implementado promociones, descuentos, cuotas sin interés y servicios de entrega a domicilio o venta online, mientras los consumidores priorizan productos de primera necesidad y hacen compras planificadas con montos reducidos.
Salvador Femenía, secretario de prensa de CAME, explicó que “el consumo no repunta y está muy amesetado y complicado”. Según Femenía, “la rentabilidad para los comerciantes es muy reducida y cuesta mucho amortizar los costos fijos que aumentaron por las tarifas. La carga impositiva sigue igual, pero con márgenes más pequeños”.
Además, destacó que “el 50% de las personas no llega a fin de mes”, lo que dificulta que las promociones o cuotas tengan efecto real en la demanda. En cuanto a la política fiscal, cuestionó la promesa del Gobierno de aliviar la presión impositiva: “Desde que llegó Milei no se bajaron impuestos; al contrario, se agregó el impuesto a las Ganancias, a pesar de que el presidente había dicho que no lo haría”.
La situación pone en alerta al sector pyme y abre un interrogante sobre la capacidad de recuperación del consumo en un contexto de alta inflación, salarios que no acompañan y una estructura impositiva que, según los comerciantes, encarece aún más el precio final de los productos.


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